lunes, 2 de febrero de 2009

Jesucristo Superestrella


“Con diademas de púas premiaron tu amor, tu lucha de clases fue la salvación, la grandeza de tu reino se vende en un beso, eres hijo del espacio, Padre de mi universo…”
Arturo Huizar (Lvzbel)

Por: Alejandro Ramírez

Recuerdo la primera vez que vi Jesucristo superestrella, tenía alrededor de 9 años, la cinta entonces me pareció algo confusa, en primer lugar no comprendía por que algunos de los soldados romanos usaban pantalones de combate y ametralladoras, en vez de los típicos trajes de las películas de romanos de Sergio Leone que pasaban en semana santa y sus respectivas espadas, en segundo lugar, talvez el punto más importante, prácticamente no existían diálogos doblados al español, los musicales se volvían interminables y en ese tiempo mi nivel de ingles no iba más allá de puerta door, ventana window, es decir era prácticamente nulo. Años después mi percepción cambió notablemente cuando con un poco más de conocimiento y enganchado primeramente por el lado musical, pude ir descubriendo diversas lecturas y matices de esta interesante obra.

Un póco de historia
Era el año 1970, en el punto más álgido de la guerra fría, en medio de un mundo escéptico y desilusionado el compositor Andrew Lloyd Webber (Evita, The phantom of the opera, Cats) se asocia con el escritor y libretista Tim Rice (Evita, Chess, The lion king), para realizar lo que inicialmente sería un proyecto musical para grabarse en estudio: Jesus Christ super star, originalmente el personaje de Jesús lo interpretó el mítico vocalista de Deep Purple Ian Gillan y el de Judas lo hizo Murray Head, estrenandose en Broadway en 1971y posteriormente en el en el West End de Londres, generando desde el inicio cierto revuelo por mostrar un Jesús demasiado humano para muchos.
La obra fue llevada al cine en 1973 por Universal, bajo la dirección de Norman Jewison, en esta ocación Jesucristo fue interpretado por Ted Neeley, cuya actuación al principio se muestra un tanto opaca, pero gradualmente toma el control de su papel y se revela un grandísimo personaje en tanto se hace más humano, mientras que Judas fue encarnado con pasión por Carl Anderson.

Políticamente incorrecta
Creo que es importante mencionar que siendo una producción que trata acerca de Jesús, los apóstoles y demás personajes relacionados con los últimos días de Cristo en forma carnal en la tierra, no es una obra cristiana, más bien es una interpretación desde la perspectiva humana de los hechos relatados por los evangelios.
Hay que hacer notar que la historia es prácticamente relatada a través de la mirada de judas, un títere con conciencia, quien se encuentra profundamente decepcionado por que su Mesías no es el caudillo revolucionario que esperaba los librara del yugo romano, siente que Jesús ha empezado a creerse su propio cuento gracias a la adulación de la gente y es que a Judas no le interesa la salvación que Cristo propone, a el igual que a Simón el Celote le importa más un líder político que uno espiritual, no comprende la revolución de Jesús, sólo le concierne si éste se acomoda a sus planes, como lo dice en la primera pieza musical; “All your followers are blind, Too much heaven on their minds” -tus seguidores están ciegos, demasiado cielo hay en sus mentes-, o como cuando reprende a María magdalena, cuando ésta quiere ungir el cabello de Jesús con un caro perfume, suya es una frase que, todavía hoy, muchos reprochan en términos parecidos a la iglesia: “Why has it been wasted? We could have raised maybe Three hundred silver pieces or more People who are hungry, people who are starving Matter more than your feet and hair” -¿Por qué desperdiciarlo? (el costoso perfume) podríamos haber recaudado con el 300 piezas de plata o más, la gente que pasa hambre, la gente moribunda son más importantes que sus pies y cabello- (refiriéndose a Jesús), la película fue muy bien recibida por los partidarios de la teología de la liberación.

Polémica e Irreverente
La obra ha sido atacada desde muchos puntos, desde los religiosos recalcitrantes por mostrar una humanidad demasiado marcada de Jesús, que enfrenta su sino en soledad encarando sus propios demonios y muy poco o casi nada la faceta del Dios hecho hombre que hace milagros, como la trágica escena en el huerto de Getsemaní, con su dosis de rebeldía e incomprensión y por fin sumisión, alcanzando en la garganta de Neeley momentos de gran intensidad dramática que todavía hoy pone los pelos de punta: “god thy will is hard but you hold every card, i will drink your cup of poison, nail me to your cross and break me, bleed me, beat me kill me, take me now before i change my mind.” –Dios tus designios son muy duros, pero tienes todas las cartas en tus manos, beberé tu copa de veneno, clávame a tu cruz y rómpeme, desángrame, azótame, mátame, pero hazlo ahora antes que cambie de opinión-.
Pasando por quienes la tachan de racista por el hecho de que Jesús es blanco y de ojos azules como el típico cliché de su imagen, muy alejado de las características antropológicas reales de su área geográfica, mientras Judas es de raza negra, sin embargo cabe hacer notar que dentro del grupo de seguidores cercanos a Jesús siempre se ven tanto mujeres cómo hombres de diversas razas.
Hasta quienes dicen que se sugiere una velada relación amorosa entre Jesús y María Magdalena (para que vean que esta tontería no la invento Dan Brown).

Jesús hippie
Ante todo Jesucristo Súper estrella es un testimonio de su época, musical, visual y políticamente, vista hoy, la película se nota algo desfasada en el tiempo, pero esa es quizás su mejor carta. Nada se puede objetar a la belleza de las canciones, ni a lo punzante de algunas de sus letras, pero sí es cierto que la puesta en escena, si uno no se acerca a ella con perspectiva histórica puede causar algo de incomodidad, porque la película es setentera a tope, los actores van vestidos en su mayor parte como lo hacían los hippies de aquellos días, con toda la parafernalia que hoy puede parecer ridícula pero entonces era lo más cool que se despachaba, y eso se potencia en el minimalismo de los decorados y la transición de canción en canción, por medio de bruscos cortes donde la cámara no se detiene a pasar de escena en escena. Vista con ojos de historia y sin ningún matiz seudo-religioso, Jesus Christ Superstar es, más allá de la puesta al día del Evangelio y de los últimos días de Cristo (y la reivindicación de Judas) un canto a una época que, ya en 1973, se sabía perdida. Este Cristo es la juventud de una época, atrapada entre los poderes fácticos al uso (Vietnam, las drogas, el dinero: todo eso se ve, y muy claramente, en la escena del templo, en los personajes de Pilatos, Herodes y Anás y Caifás), y como toda juventud corre el riesgo de ser dilapidada tontamente... o ser sacrificada.
Musicalmente, el sonido también es fidedigno representante de ese tiempo, voces que alcanzan agudos imposibles que nos recuerdan a Led Zeppelín, mountain, the Who o a los mismos Deep Purple, dando mayor dramatismo a las letras, guitarras con mucho feedback con ese clásico sonido de los amplificadores Marshall y órganos hammond típicos de la década.
Sin duda todo un fenómeno pop en su momento, su popularidad se extendió por el mundo haciendo diferentes adaptaciones a varios idiomas, una de las más recordadas en Ibero América es la que se montó en España donde Camilo Sesto interpretó a Jesús y Ángela Carrasco a María Magdalena, incluso recuerdo alguna versión de Sergio Dennis del tema Superstar con el que cierra el musical.
Si no has visto la película te recomiendo que la veas, que analicés como el mundo percibe la venida de Cristo a este mundo y su muerte por amor a los hombres, que a veces parece necia y sin sentido, y es que es un hecho que tiene que entenderse desde la perspectiva de la fe y no del raciocinio, eso si, es una obra para ver con criterio, por que si sos de los que se rasgan las vestiduras cuando algo se va más allá de su metro cuadrado, mejor te recomiendo Rey de Reyes o de perdida La pasión de Mel Gibson.
Por encima de la estética ya retro, de los pescozones a lo establecido (un Judas negro que, además, al final aparece convertido en ángel), la gran pregunta con la que el personaje acusa a Cristo, convertido en espectáculo de masas: ¿Sirvió de algo? esa es la cuestionante que se plantea Judas: “Only want to know” -Sólo quiero saber-, la gran pregunta que la humanidad lleva dos mil años intentando responder, me temo que sin demasiado éxito, analizá vos tu vida y tus actos y tratá de responder…

Comentarios:
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