Estás revisando tu mail cuando; ¡SORPRESA!… hay un correo extraño, cuyo remitente es nada menos que Donald Trump, vaya bromistas, pensás, talvez es otro spam de los que a veces se cuelan a tu bandeja de entrada, estás a punto de borrarlo pero por curiosidad lo abrís, al momento de leerlo te encontrás con una propuesta de negocios de Trump, resulta que el multimillonario por medio de sus servicios de inteligencia se ha enterado que tenés capacidades únicas y le interesa financiar cualquier empresa que a vos te interese desarrollar, no importa que proyecto sea, tenés carta blanca para realizar cualquier movimiento que creás necesario, presupuesto ilimitado, todo lo que necesités solo tenés que solicitarlo y será concedido… Pensá por un momento, que harías con una propuesta así, tendrías la oportunidad de realizar todos los anhelos que parecían utopías inalcanzables, todo sería posible hasta el último detalle, sin escatimar en nada… Ahora pensá en los proyectos que has querido realizar y se han quedado a medias y otros tantos que ni has iniciado y se han reducido solo a ilusiones por que se ven demasiado grandes y no te creés capaz de concretarlos porque no tenés el respaldo necesario. Hay proyectos que parecieran ser irrealizables o imposibles por su magnitud, quisiéramos que alguien los emprendiera por que nos creemos incapaces por nuestra falta de recursos o de conocimientos; “sería bueno si tuviéramos una radio o un canal de televisión en la Iglesia para los jóvenes por que los que hay parecen para viejitos”, “debería haber más espacios para la juventud”, “debería haber mejor organización en los eventos”, “debería haber mejor música”, (agregale algunas quejas propias) cuantas veces hemos escuchado estas palabras, pareciera que todo tiene que caer del cielo cuando la única manera de alcanzar estos sueños es iniciando nosotros mismos a construirlos. Pareciera tan difícil lograr estas metas como caminar sobre el agua, nos cuentan las escrituras que cuando los discípulos vieron caminar a Jesús sobre las aguas Pedro solicitó hacer lo mismo y al principio lo logró pero cuando vio la fuerza del viento tuvo miedo y comenzó a hundirse (Mateo 14, 22- 33), Pedro estando frente al mismo Jesús tiene miedo pues deja de verle a Él y se distrae por el estruendo del viento y las aguas embravecidas, nosotros aún sabiendo que nuestra misión es respaldada por Dios dejamos de verle y escuchamos el estruendo de los problemas y las dificultades, entonces sentimos hundirnos. Cuántas veces se han realizado las obras a medias o de manera mediocre porque aún teniendo el respaldo de alguien muchísimo mayor que Donald Trump, el mismo Creador del universo, no le vemos ni contamos con Él y nos limitamos a nuestros alcances humanos, sin duda vos has escuchado la expresión “que se haga la voluntad de Dios” como si se esperara siempre lo peor, es decir que la voluntad de Dios siempre va a ser algo malo o mal hecho o “dejémoslo a la mano de Dios” como que fuéramos a la deriva y no confiados en los planes que Él tiene, pareciéramos siervos de un dios mediocre y miserable y no hijos del Rey y Creador de todo lo existente, no culpemos a Dios de nuestra mediocridad. Dios mismo se encuentra delante de nosotros teniendo en sus manos todos los proyectos y sueños queriendo hacerlos realidad, extendiéndolos en sus brazos para que los tomemos, lamentablemente nosotros nos encontramos con la mirada hacia abajo distraídos, queriendo hacer la obra por nuestra cuenta, pateando piedras, renegando, quejándonos, criticando sin proponer nada, esperando que alguien más haga las cosas, con temor al viento de los problemas y las contrariedades, cuando lo que se necesita es alzar la vista para recibir lo que desde siempre nos ha reservado según su plan perfecto. El Señor nos creó libres y depende de nosotros elegir, podemos hacer realidad todos los anhelos que Él mismo colocó en nuestro corazón, por imposibles que parezcan, o sucumbir ante el miedo de no lograrlo y ni siquiera intentarlo, las promesas de Dios hoy son para vos: “Les aseguro que el que cree en mi hará también las obras que yo hago; y hará otras todavía más grandes, porque yo voy a donde está el Padre. Y todo lo que ustedes pidan en mi nombre, yo lo haré, para que por el Hijo se muestre la gloria del Padre. Yo haré cualquier cosa que en mi nombre ustedes me pidan” (Juan 14, 12- 14). En conectados.com.gt creemos que es posible caminar sobre el agua y que en el nombre de Jesús es posible lograr todo lo que tu corazón desee, somos administradores de los proyectos más grandes e importantes del universo, trabajamos para el ser más exitoso que jamás existirá, contamos con un respaldo ilimitado del Altísimo, ¿Qué puede fallar?, Él sabe de tus capacidades únicas pues Él mismo te creó y confía en vos, lo mejor de todo es que no importa que hayamos hecho ni cuantas veces le hayamos fallado hoy nos dá la oportunidad de alcanzar esas metas, pues a diferencia de Donald Trump el nunca nos dirá …Estás despedido!
Comentarios: alejandro.ramirez1@gmail.com
Publicado originalmente en la edición de agosto 2007 de www.conectados.com.gt
En enero 2009 www.lazonaradical.com
...Hasta el extremo (Juan 13:1)
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